Eliseo Salazar necesita unos 350 mil dólares para sellar su acuerdo con Jean-Louis Schlesser y así participar en la prueba en 2008.
Más que satisfecho retornó Eliseo Salazar a su hogar en Estados Unidos. En 2008 se convertirá en el primer piloto en la historia que compita en el Dakar con experiencia previa en Fórmula Uno, Le Mans e Indy. Lo hará en uno de los buggies del francés Jean-Louis Schlesser.
"Fue súper bueno haber ido a África para hablar allá, porque con un año antes de planificación podremos hacer las cosas mejor. El contexto en el que estábamos no daba para firmar de inmediato, pero lo importante es que salió todo bien y estamos confirmados. Es impresionante lo que sabe del Dakar. Con él puedo aprender mucho", asegura.
Pero la gracia tendrá su precio. Partiendo por lo básico: la inscripción de cada uno de los participantes (en este caso el piloto y Juan Pablo Cerda, su navegante) fue de 10 mil euros. Además, hay que abonar otros 2.800 euros por el vehículo. A cambio de este monto, la organización provee las comidas, transporte en ferry desde y hacia África, seguros y arriendo del GPS.
Por cuenta de los competidores corre la obtención de las visas en los países por donde pasa la prueba, transporte, alojamiento y alimentación en Europa, la repatriación del vehículo en caso de abandono y la obtención de un teléfono satelital (algo más que necesario en el Dakar). Y, por supuesto, el combustible y todos los gastos propios de la competencia.
¿Cuánto sale eso? Difícil calcular, pues depende de las reparaciones a las que deba someterse el auto durante los casi ocho mil kilómetros de carrera. En el caso del buggy que utilizará Salazar, el equipo Schlesser se hará cargo de todos los gastos mecánicos a cambio de unos 300 mil dólares, sin contar la inscripción. Esos dineros deberán salir de uno o más sponsors del chileno.
En junio, Salazar viajará nuevamente a África: en Túnez y Marruecos entrenará en el buggy. ¿Correr el Patagonia-Atacama? "No, porque Schlesser no tiene el presupuesto para correr la Copa del Mundo. Es complicado, porque si se rompe algo, no sabemos si se pudiera arreglar. Él maneja seis millones de dólares al año mientras Mitsubishi gasta 22 millones y Volkswagen, 32", contó el piloto.
Fuente: Alejandro Cisternas, Diario El Mercurio
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